Yadith Río de la Loza

Correo: yadithe@yahoo.com.mx

 

 

 

 

¿Recuerdas? El espacio semiabandonado de paredes alguna vez blancas y techos altos. Lo primero que percibiste fue la calidez de la luz filtrándose por las rendijas, su color amarillo bañando las profundas sombras de las habitaciones y de tu memoria. Alguna vez estuvimos en un lugar parecido, no lo notaste al principio, pero ahora lo sabes, que de alguna manera estás volviendo a ese sitio. Y volvimos una y otra vez para realizar tus visiones, para transitar por los rincones averiguando el tiempo, observando las huellas de su tránsito, posando el pie en las partes más frías, recibiendo al sol con los ojos cerrados. El pasar de los minutos se hacía eterno guardando el equilibrio, ¿qué pasaba por tu mente?.

Hubo días en que el sol se negó a convidarse, hubo días de espera. Aún así te aferraste a la idea de lograr la imagen, con todo y frío, con todo y lo gris del aire.

Dentro del espacio el silencio nos rodeaba, casi murmuraba algo, pudiste sentir las vibraciones flotantes, ecos de la vida que afuera se realizaba, ecos de domingo efervescente.

Descubriste que te interesa todo lo que rodea a la obtención de la imagen. Que ésta empieza mucho antes de su aparición y que deja una ligera y tenue estela detrás de ella. Pensabas días antes cómo disponerte, qué objetos necesitarías, recorrías mentalmente “cuadro a cuadro” las habitaciones ubicando las posibles tomas. Con el material revelado en tus manos observabas fascinada los resultados y planeabas cómo mejorar la captura de tus actos. En especial te agradó el carácter de la figura. Esa figura en la cual no puedes aún reconocerte totalmente y lo cuál viene bien al carácter fugaz e inaprensible que buscas en tus imágenes. Por un lado la solidez del cuerpo, una masa pesada escultórica en su verticalidad, en su disposición con el entorno, por momentos fundida con el espacio. En otro y al mismo tiempo lo volátil, el registro del movimiento que resulta un acento de vitalidad donde parece estar todo inerme. Sabes que estuviste ahí, una parte de ti alimentó estas escenas. Reconoces algunas formas, algunas dimensiones, más hay algo que se te escapa como si trataras de recobrar el sueño. Y despiertas, y ves la imagen y nos ves ahí y no nos ves.

Médium.

Diciembre 2008

 

 

Regresar al inicio